viernes, 11 de marzo de 2011

Asalto a capilla universitaria


Desnudas en la capilla de la Universidad Complutense de Madrid
Unos 70 gamberros/as irrumpen en el templo de Somosaguas. Varias chicas se quitan la ropa en el altar
(ABC /11/03/2011)

Ayer, hacia la una de la tarde, un numeroso grupo de chicos y chicas entró en la capilla del campus de Somosaguas y tras leer en voz alta sus críticas hacia la Iglesia Católica y proferir insultos contra el clero, varias de las jóvenes, rodeando el altar, se desnudaron de cintura para arriba entre los aplausos y vítores del resto de los gamberros. Una alumna, esta sí, de Económicas que, en esos momentos, rezaba en la iglesia, cuenta que dos de las gamberras, ya sin ropa, «hicieron alarde de su tendencia homosexual».

Esta capilla lo es, en realidad, de toda la Universidad Complutense si bien se encuentra físicamente en uno de los edificios pertenecientes a la facultad de Psicología, en el campus de Somosaguas. Los ataques a esta capilla no son nuevos. A principios de esta semana, según fuentes universitarias, la paredes y puertas del recinto aparecieron llenas de pintadas conmás improperios hacia la religión católica.

3 comentarios:

Miguel García Torrús. Grado en Derecho Grupo B. dijo...

El templo al desnudo.
Para Alfonso X, la universidad era “un ayuntamiento de maestros y escolares que es hecho en algún lugar con voluntad y entendimiento de aprender los saberes”. Tristemente, hoy en día, cada vez se aleja más esta institución del contenido presente en la definición del monarca. Ahora, los alumnos acuden a la universidad para enterarse de cuándo, dónde y qué cantidad de alcohol habrá en la próxima fiesta (excepciones, como las meigas, haberlas haylas).
Se ha perdido ese espíritu de aprender, de culturizarse, de sacar provecho de los conocimientos del docente, de absorber ideas (Norma 1ª del estudiante: no absorber nada que tenga menos de 4,5 grados de alcohol).
Esta pérdida de valores, se refleja en la forma de actuar y en las manifestaciones incontroladas que llevan a cabo los jóvenes. El ataque a la capilla del campus de Somosaguas es un reflejo de cómo está el tema. Se ha perdido el respeto. Uno puede estar en contra de muchas cosas, pero hay formas y formas de actuar. No porque algo no nos guste podemos ir y destrozarlo, molestar a los que se sienten a gusto con ello, o prenderle fuego. Las cosas no son así.
Observando el modus operandi de los individuos que asaltaron la humilde capilla, nos damos cuenta de que el concepto de “tolerancia” está algo atrofiado para su mente. El mayor problema es, que, para ellos, su acto es una expresión excelsa de libertad de expresión, una oda a la libertad. Con lasciva desnudez se jactan de su “liberalismo” rayano en libertinaje exacerbado. Esta idiosincrasia se repite día a día en nuestra sociedad. Cada vez más liberal, cada vez menos tolerante.
Pero hay que sacar algo positivo, las chicas que se desnudaron junto al altar y exhibieron su desnudez arropadas por vítores y aplausos tienen en tiempos de crisis un futuro laboral más o menos solucionado. En mi camino diario desde la universidad a mi localidad de residencia, desde la autovía, veo un local de luces coloridas y parpadeantes, principalmente rojas y verdes, de nombre sugerente, en el que seguro, visto lo visto, no les faltaría trabajo. Allí, además de vítores, aplausos, expresar su libertad, podrían sacarse un dinerillo extra.
Aleluya para hoy: “¡Agente, agente, detenga a ese perroflauta!” “¿Por qué, señora?” “¡Se está desnudando frente al altar!” “No se preocupe, está ejerciendo su libertad de expresión y enseñando valores de tolerancia a sus niños Debe usted darle las gracias.” Vale.

Pilar dijo...

Desde luego esta noticia es una clara muestra de la decadencia moral que está sufriendo España. Ante este vergonzoso y cobarde acto de intolerancia y ofensa gratuita se pueden manifestar muchas cosas, entre otras que sea vergonzoso que esta minoría radical se llame “universitarios”, pues no considero que esta gente representen lo que dan nuestras universidades. Estas personas, que reclaman su libertad sexual y en especial la homosexual, han demostrado una cobardía extrema. Los católicos tenemos como base el amor al prójimo y estas personas saben que por nuestra parte no van a recibir violencia. Pero, ¿por qué no protestan frente a los templos religiosos de otras confesiones donde se castiga con la pena de muerte la homosexualidad? Muy sencillo, por que son cobardes, porque saben que serán contestados con violencia y actos semejantes a los suyos.

Álvaro Trigo Palomino dijo...

En primer lugar pienso que la actuación de dichos sujetos, me parece una falta de educación y respeto, no sólo hacia las personas que en ese mismo momento se encontrasen en la iglesia, sino que dicho ejercicio de manifestación y conforme a mis principios es una falta de educación hacia Dios.
Por otro lado quiero hacer ver que estos "Universitarios" por así mencionarlos, no creo que se les enseñe en dicha universidad a ejercer algo tan desagradable, debido a que son suficientemente maduros como para saber que realizar tal acción está mal, aparte de que puede dañar la sensibilidad de muchas personas. Por otro lado y para terminar, esto a favor de que estos tenga libertad de expresarse, pero que este derecho fundamental no lo expresen en un sitio como este.. Pienso que hay otras maneras y sitios en los que una manifestación llegaría a tener más resultado