domingo, 14 de marzo de 2010

Se ordena restituir una cruz retirada por la ley de memoria histórica


El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Cuenca ha ordenado al Ayuntamiento de Mota del Cuervo, situado en la citada provincia, que restituya la cruz que fue retirada de la Iglesia Parroquial de San Miguel y la Cruz del cementerio, debido a un acuerdo plenario de noviembre de 2008 basándose en la Ley de la Memoria Histórica (como contábamos hace un año).

Se han estimado parcialmente los recursos presentados por la Diócesis de Cuenca y varios particulares contra la retirada de la cruz de la Iglesia Parroquial, en contra del acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de la localidad relativo a la retirada de la simbología franquista de “todos los espacios públicos del municipio”. Los recursos fueron presentados después de que el Ayuntamiento procediera a la retirada de la Cruz en marzo de 2009, en cumplimiento del mencionado acuerdo plenario.

En el caso del recurso presentado por la Diócesis de Cuenca, el fallo del magistrado establece que el Ayuntamiento ordena “restituir la Cruz a su ubicación, junto a la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, pero eliminando la simbología”; e insta a conservar el monumento “en su integridad pues dicha eliminación de la simbología aludida, no significa que sea una eliminación o desaparición física como tal, sino que la misma no sea perceptible desde el exterior, como si no existiera”.

Por otra parte, en el caso de los recursos de los familiares de personas fallecidas enterradas bajo la Cruz del cementerio que solicitaban que se restituyera el monumento, la Sentencia se mantiene en la misma línea.

En los Fundamentos de Derecho de las sentencias se entiende que "no hay inconveniente" en que los monumentos se preserven y protejan desde la perspectiva religiosa y como símbolo "exclusivamente religioso". En los monumentos aparecen grabados en sus laterales los nombres de personas "que fallecieron de manera violenta por unas determinadas creencias, principalmente religiosas", según se indican en las Sentencias. Se entiende adecuado que se mantenga el recuerdo privado de estas personas, en consonancia con lo que establece la propia Ley de la Memoria Histórica, sobre la necesidad de "promover el conocimiento y la reflexión sobre nuestro pasado y evitar que se repitan situaciones de intolerancia y violación de los derechos humanos como las entonces vividas".


(Autora: Cristina I. Ortega Martos)

2 comentarios:

Miguel Rincón Calahorro dijo...

Con respecto al artículo mencionado, me gustaría hacer varias apreciaciones:

1. La Ley denominada de la "Memoria Histórica" ha servido para intentar arrojar un poco de luz a acontecimientos muy desagradables que sucedieron en la Guerra Civil y que, como consecuencia del necesario acuerdo constitucional de 1978, no se pudieron resolver tras la dictadura franquista.

2. Parece obvio que la retirada de simbología y nomenclatura de dicho régimen era necesaria, al igual que ocurrión en Alemania tras el III Reich.

3. El problema a venido porque dicha iniciativa la han dejado en mano de los Ayuntamientos y Cabildos, lo que ha conllevado una verdadera fiebre sobre lo que había que retirar y que no. Por ejemplo, el símbolo del yugo y las flechas es de los Reyes Católicos, aunque luego también fuera utilizado por el régimen franqista. Pues bien, muchos edificios y templos la época de los Reyes Católicos incorporan dicha simbología y no por ellos deben ser retirados.

4. Si, como se aprecia en la fotografía, en la cruz aparece el lema "Caidos por Dios y por España, ¡PRESENTES!", pero bajo esa cruz se encuentran fallecidos durante la guerra, parece lógico que simplemente se retire el lema y el escudo franquista y se preserve la cruz.

5. Por último reiterar que el objeto de la Ley me parece correcto, ya que solo se trata de realizar un ejercicio de normalización democrática, pero es verdad que no se ha hecho un estudio detallado de lo que se debe retirar y lo que no.

Egeo J. López dijo...

Saludos.

La verdad es que discrepo en bastantes puntos de los que el Sr. Calahorro alega en respuesta de la noticia.
La ley de memoria histórica, en su esencia, es bien sabido por los críticos de todo el país, que fue redactada, propuesta y aprobada con un fin puramente partidista. Según mi humilde opinión, no solo es eso, sino que además, se utilizó para desviar la atención sobre la realidad y los efectos de la crisis económica que por entonces empezó a hacer mella en nuestro país.

A diferencia de países que han sufrido dictaduras totalitarias como lo fue Alemania, nosotros los españoles no nos avergonzamos de nuestra historia ni de la guerra que nuestros mayores sufrieron, simplemente, la conocemos, la estudiamos en los institutos y a día de hoy, los que conocemos la historia estamos prevenidos para el futuro, una lección histórica pasada, y ya está.
Algunos apoyaron la causa y fueron asiduos al Régimen y otros no. Cierto e innegable es que se sucedió en España la persecución de “los rojos” en lo que fue la postguerra de los vencedores (y la persecución, tortura y fusilamiento de sacerdotes en “zonas rojas” ).

No obstante, a día de hoy, que es lo que de verdad nos interesa; ¿se puede consentir que una ley destruya el patrimonio histórico restante sea de la época que sea? Si hubiera ganado el bando republicano (a parte de tener que decir “¡Viva Rusia!” como se tenía que decir) dudo que hubiese existido esa persecución, a día de hoy, de “lo facha”.

Aquí en Jaén aun hay calles con nombres de ilustres personajes de esa época, ¿por qué no las cambiamos también?. Es, a parte de una ley absurda, un despilfarro de fondos públicos por parte del gobierno socialista. ¿Se imaginan ustedes al pueblo visigodo borrando restos de la cultura romana? ¿o los árabes borrando vestigios visigodos por decreto de un cadí? Parece de risa…
Todo vale con tal de abrir viejas heridas y politizar en un (ya inexistentes) bando u otro a la población democratizada de nuestra generación.


NO es un ejercicio de normalización democrática, eso sería abrir las listas de miembros de los partidos electos, por ejemplo.
Es más grave de lo que parece. A día de hoy, puedo comprar y disfrutar una camiseta con la bandera y el escudo de cualquier otro país del mundo (y si es de futbol, mejor). Pero si se me ocurre llevar tan solo un cinturón con los colores de nuestra enseña nacional, automáticamente soy un “facha”, un franquista y un anticatalanista. Amén.

¡Perfecto!, los alemanes se avergüenzan de su época nacional socialista, pero nosotros nos avergonzamos de ser españoles en el presente, o al menos, de demostrarlo en nuestro propio país, en nuestra propia ciudad y a veces hasta en nuestra propia casa (siempre que no haya tema futbolístico de por medio o salgamos al extranjero, claro está…).
¿Por qué no puedo honrar a los excombatientes de la División Azul convocando una manifestación de descendientes de los soldados sin que el gobierno me ponga alguna traba?
La vergüenza de esta nación es que el orgullo del sentirse español manifestado públicamente no está bien visto (y NO estoy comparando el ser fascista con ser español, ojo), pero casi siempre estarás cubierto por la capa de la permisividad y la tutela política, policial y judicial si participas en una manifestación el 28 de junio y "te pasa algo" con alguien de mentalidad no tan abierta…
Parece que los “progres” mandan y todos tenemos muchos derechos.