viernes, 8 de enero de 2010

Los cristianos podrán utilizar el nombre de Alá en Malasia


Malasia es un país del sudeste asiático donde rige una confesionalidad musulmana que prohíbe, por ejemplo, el proselitismo de otras religiones que no sean el Islam. Pese a ello, hay en el país unos 850.000 católicos, además de existir otras minorías religiosas, que están amparados constitucionalmente por la libertad de culto, pero que en la práctica se encuentran con restricciones, dado que allí la religión va ligada a la etnia. Además, las decisiones de los tribunales islámicos pueden tener incluso más fuerza que las de los tribunales civiles, lo que repercute en todos los ciudadanos.

Hace dos años, las autoridades prohibieron el uso del nombre de Alá, como sinónimo de Dios, por parte de los no musulmanes, lo que provocó la retirada de la licencia de edición a un semanario católico que así lo había hecho, así como la confiscación de cientos de biblias en idioma malayo que contradecían la orden. Hay que advertir de que en malayo se dice "Alá" para referirse a Dios. La cuestión es más política que lingüística o religiosa, pues antes no existían conflictos en torno a esto; además, el mismo Corán afirma que Alá es objeto de culto de judíos, cristianos, sabeos y musulmanes (suras 5,69; 22,17; 2,62).

Sin embargo, la semana pasada, un auto del Tribunal Supremo de Kuala Lumpur anuló dicha prohibición. Según el juez, los cristianos tienen el derecho a usar la palabra “Alá” para enseñar su propia religión, pero no el islam; también ampararía este uso la libertad de expresión. Por otra parte, afirma que no se ha demostrado una amenaza para la seguridad nacional o una confusión para los musulmanes derivada de dicho uso.

Ante esto, el National Fatwa Council ha emitido una fatwa en la que se dice que el nombre de “Alá” es exclusivo del Islam. Lo siguiente ha sido el ataque con bombas incendiarias contra una iglesia protestante, que ha sido destruida, y una católica.

1 comentario:

Dolores Mata Ramírez dijo...

Pienso que el que no se pueda utilizar el nombre de Alá atenta contra la libertad de expresión y la libertad de culto. Esta sutuación sería impensable en nuestro país al atentar contra preceptos constitucionales. En la lengua de Malasia sólo está el término Alá para referirse a Dios por lo que considero absurdo que no pueda utilizarlo toda la población del país.
El Gobierno alega que el abuso del término Alá constituye un insulto a la religión oficial del país que es el islam. Pienso que esta oposición por parte del gobierno tiene tintes políticos puesto que el 60% de la población es islámica y así se consigue un alto número de votos en las elecciones.