martes, 26 de enero de 2010

La prohibición del uso del burka en Francia


El burka es una prenda de origen afgano y se hizo obligatorio para las mujeres bajo el mandato talibán. Consiste en un velo largo, cuya extensión suele ser hasta la altura de los pies; quien lo usa pueda ver a través de un enmallado, aunque puede limitar la visión lateral. La extensión promedia de esta prenda es hasta la altura de los pies, no solamente para cubrir todo el cuerpo. Su introducción se produjo en Afganistán a principios del siglo XX, durante el mandato de Habibullah (1901-1919), que impuso su uso a las mujeres que componían su harén para evitar la tentación a otros. Por este motivo se convirtió en una vestimenta utilizada por la clase alta, que de este modo se diferenciaba del pueblo llano, evitando así su mirada. En la década de los 50 su uso se generalizó en la mayoría de la población, si bien seguía siendo una prenda de las clases acomodadas, era un símbolo positivo de estatus social. En la actualidad, el significado del burka parece haber cambiado para muchas personas.

Durante un solemne discurso en el Palacio de Versalles, Sarkozy calificó esa prenda como un "signo de servidumbre", contrario a la "idea de la República francesa sobre la dignidad de la mujer" y declaró que "no es bienvenido en el territorio francés".

Unos sesenta diputados de diferentes partidos solicitaron una Comisión de investigación sobre la proliferación del "burka", proyecto que fue apoyado por el presidente de Francia, produciéndose una gran polémica y debate, incluso la división del Partido Socialista.

La Comisión del Parlamento solicitará formalmente la veda del burka islámico en Francia, al menos en los servicios públicos, por ser considerado contrario a los valores laicos y republicanos del país. Dicha Comisión ha analizado el fenómeno y estima que, según datos policiales recabados en el país, hay cerca de 1.900 mujeres que visten la prenda, y prevé anunciar próximamente sus propuestas, sin efecto vinculante, y después trabajar en una Ley específica en coordinación con el Gobierno. Una mayoría de 57% de los franceses respalda una prohibición por ley, según una encuesta de Ipsos. El Presidente de la conservadora UMP en la Asamblea Nacional, Jean François Copé, está a favor de extender su prohibición a la vía pública y de sancionar con 750 euros a quien utilice en la calle “accesorios para disimular el rostro”.

En cuanto a las reacciones a esta iniciativa, una parte del Partido Socialista rechaza votar sobre la prohibición del burka mientras siga el debate sobre la identidad nacional lanzado por el gobierno. Algunos expertos en islamismo temen que una prohibición provoque que las mujeres que usan el burka se vean obligadas a permanecer en sus domicilios.




(Autora: Cristina I. Ortega Martos)

viernes, 8 de enero de 2010

Los cristianos podrán utilizar el nombre de Alá en Malasia


Malasia es un país del sudeste asiático donde rige una confesionalidad musulmana que prohíbe, por ejemplo, el proselitismo de otras religiones que no sean el Islam. Pese a ello, hay en el país unos 850.000 católicos, además de existir otras minorías religiosas, que están amparados constitucionalmente por la libertad de culto, pero que en la práctica se encuentran con restricciones, dado que allí la religión va ligada a la etnia. Además, las decisiones de los tribunales islámicos pueden tener incluso más fuerza que las de los tribunales civiles, lo que repercute en todos los ciudadanos.

Hace dos años, las autoridades prohibieron el uso del nombre de Alá, como sinónimo de Dios, por parte de los no musulmanes, lo que provocó la retirada de la licencia de edición a un semanario católico que así lo había hecho, así como la confiscación de cientos de biblias en idioma malayo que contradecían la orden. Hay que advertir de que en malayo se dice "Alá" para referirse a Dios. La cuestión es más política que lingüística o religiosa, pues antes no existían conflictos en torno a esto; además, el mismo Corán afirma que Alá es objeto de culto de judíos, cristianos, sabeos y musulmanes (suras 5,69; 22,17; 2,62).

Sin embargo, la semana pasada, un auto del Tribunal Supremo de Kuala Lumpur anuló dicha prohibición. Según el juez, los cristianos tienen el derecho a usar la palabra “Alá” para enseñar su propia religión, pero no el islam; también ampararía este uso la libertad de expresión. Por otra parte, afirma que no se ha demostrado una amenaza para la seguridad nacional o una confusión para los musulmanes derivada de dicho uso.

Ante esto, el National Fatwa Council ha emitido una fatwa en la que se dice que el nombre de “Alá” es exclusivo del Islam. Lo siguiente ha sido el ataque con bombas incendiarias contra una iglesia protestante, que ha sido destruida, y una católica.